SIKU, el nuevo álbum del chamán de la música electrónica

febrero 19, 2019







Hace un tiempo quería escribir para Crónicas del Melómano; blog en el que hay diversidad musical hablando desde el ámbito alternativo. Más allá de ser un proyecto hecho con meticulosidad, es un espacio que vale la pena visitar para entender otros sonidos que le abrirán el espectro melodioso. Dicho esto, agradezco por la invitación y empiezo de una vez.

Nicola Cruz -músico y productor francés- es uno de mis artistas favoritos en la actualidad. Lo he escuchado de manera continua por dos años, tiempo que me ha permitido entender su pasión por la música andina, que lo ha hecho precursor del denominado andes-step, género proveniente del dub-step, pero como su nombre lo indica, con sonidos andinos; que junto con el folktronic se ha convertido en lo que más escucho actualmente.

“Prender el Alma”, es quizá su obra maestra. Este álbum –conformado por diez canciones- me conectó con el universo sonoro de Nicola y es uno de mis discos favoritos. Desde Colibría -mi canción preferida- hasta Sanación, Cumbia del Olvido o Equinoccio, hay 45 minutos de puro deleite sonoro. Sin duda este trabajo se volvió emblema de su sello personal, donde resalta el folclore selvático y la latinidad de una forma tan exótica que embruja.

¿Por qué Nicola Cruz se ha convertido en uno de mis artistas favoritos? Suelo preguntarme esto cuando me doy cuenta que he escuchado algún artista por días seguidos, aunque no tenga una respuesta inmediata, me parece valioso cuestionar el por qué darle play a cierta música y a otra no. 
En este caso, les puedo decir que mis sentidos se sensibilizan al escucharlo, me ha ayudado a sanar heridas, comprender el porqué de algunas situaciones, inferir sobre el actuar de los seres que me rodean. Además, la música de Nicola, es una constante invitación a conectarnos con la tierra, el universo y nuestro interior. Pueden pensar que es un poco exagerado lo que acabo de escribir, pero es cierto; los invito a escucharlo para entender y sentir lo mismo, o tal vez, más.

Luego de “Prender el Alma”, surgió en el año 2017 otro de sus trabajos destacados, titulado “Cantos de Visión”, un EP que contiene cuatro temas, donde sigue latente el beat raizal, latino, en el que Tzantza –un track de casi seis minutos de duración- es sin duda uno los mejores temas de su repertorio. Incluso, fue una de las primeras canciones que escuché de él, que incluía la marimba como elemento central.  Considero que los artistas deben atreverse a usar más este instrumento porque dependiendo los arreglos del intérprete, tiene una complejidad que cautiva el oído y es una herramienta musical con una gran carga histórica y cultural que merece ser más conocida.

Por otro lado hay que destacar la capacidad de este explorador sonoro para hacer remixes. A diferencia de muchas propuestas musicales, donde las remezclas llegan a ser criticadas, siento que con Nicola hace lo contrario. Da gusto oír los remixes de: Calchaqui (El Búho), Adiós Morena (Río Mira), Agua de la Tierra (Rodrigo Gallardo) o Amor en Francia (Quantic - Nidia Góngora), que personalmente me encantó.

Asimismo “Invocación” (junio 2015) una de las canciones que lleva el nombre de uno de sus primeros elepés, es magnética porque inmediatamente me transporta al set que realizó en el Boiler Room (Cancún, año 2016) siendo desde mi punto de vista, su set más completo. Vale la pena decir que aunque su trabajo ya es distinguido en varias partes del mundo y representa un estilo pionero para las nuevas propuestas, siento que algunas de sus presentaciones en vivo, como la que hizo a mediados del año pasado en The Lot Radio llegan a ser confusas. Pues al ver el tracklist hay una compilación de distintos artistas, pero no incluyó ninguno de sus temas propios, por los que es reconocido. 



Ahora bien, luego de este resumido recorrido por los momentos más álgidos del trabajo de Nicola Cruz, lo que representa para mí y para los nuevos aires musicales. Empiezo por destacar  que “Siku”, es el producto de un proceso minucioso de varios años, convirtiéndose en su segundo álbum de larga duración. 
Aquí se refleja su travesía global, ya que incorpora elementos ancestrales que muestran una simbología experimental única, sin dejar atrás los beats electrónicos.

Es un álbum diferente, porque muestra diversidad cultural, evidenciada en gran parte, por los diversos artistas que decide incluir, esta vez en cinco canciones: Arka (con Esteban Valdivia), Hacia Delante (con Chato), Criançada (con Castello Branco), Voz de las Montañas (con Minük) y Esu Enia (con Marcio Pinto). Cada una refleja algo distinto, sin dejar de ser experimental, ni perdiendo la esencia de la propuesta inicial del dj franco-ecuatoriano. ‘Hacia Delante’ es una cumbia organica que me sorprendió gratamente, porque las gaitas, la voz y el mensaje de <> dan ganas de bailar efusivamente. Otra de las melodías más fluidas en este disco es Criançada, un acierto para mí, que haya una canción en portugués, con una letra sencilla, con un mensaje contundente: "A verdade mostra que o amor nos olhos da criança, é muito mais fiel, é generoso" que traduce "La verdad muestra que el amor en los ojos del niño, es mucho más fiel y generoso"

‘Siete’, fue el primer adelanto de “Siku”, estrenándose el pasado mes de octubre. Canción instrumental en la que -como toda una novedad- se incluyó el Sitar, un aparato de cuerda tradicional de la India y Pakistán. Desde el momento que oí ‘Siete’ -un número simbólico en diversas ramas como la astrología, religión y cultura- percibí que sería un cd cargado de conceptos abstractos. Para entender un poco su valor numerológico, hay que saber que el siete, es considerado como un dígito perfecto, resultado de la suma entre el Tres Sagrado y el Cuatro Terrenal, es decir, que abarca el campo de lo espiritual y lo mundano. De allí se entiende la relevancia de esta canción, tal como lo indicó el artista en una entrevista “en este caso el número de la sabiduría y la conciencia; mi día de nacimiento, el cual lo he visto repetirse a lo largo de mi vida y le he buscado una representación”. Desde ese momento me dio curiosidad por conocer el álbum completo y saber qué otros ritmos y elementos incorporaría en esta ocasión. El 25 de enero el año actual, escuché el álbum tres veces. Inmediatamente me dieron ganas de volver a salir del caos de la ciudad e irme a una montaña a perderme en sus sonidos y su esencia.

Aunque no pude en su momento, me prometí hacerlo, para desconectarme; y es que precisamente la aparición de elementos novedosos como el  Siku -instrumento de viento de origen andino, conformado por el arca y la lira- me hizo querer entender esa representación dual entre lo indígena y lo ancestral. 
Finalmente en el álbum aparece el balafón que se escucha en ‘Esu Enia’ este instrumento de origen africano -que generalmente es interpretado por hombres- me gustó tanto como me gusta la marimba. 

Por último, considero que “Prender el alma” dejó la vara muy alta, hay temas valiosos, poderosos, atrayentes e icónicos. 
“Siku” es diferente y quizá no tenga el mismo impacto, es mucho más espiritual, Algo que no atrae mucho al público nuevo. No olvidemos la parte visual, La carátula, creada por la artista Orly Anan, es la representación perfecta de lo que recoge el trabajo discográfico, lleno de detalles y símbolos ancestrales y espirituales.

Está claro que Nicola Cruz es el chamán de la electrónica. 

Favoritas/Recomendadas: 

2 - Siku 
4 – Hacia delante 
 5 – Criançada
7 - Siete
10 - Okami

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